Gracias al taller de hermanos cambió la visión tradicional que tenía acerca de la relación entre hermanos. Aprendí a ver a mis hijos y su relación desde otro punto mucho más realista y amoroso.

Cuantos más miembros hay en una familia, más sentimientos, sensibilidades y necesidades diferentes hay que conciliar, lo que facilita la aparición de conflictos. La disciplina positiva nos abrió las puertas para saber afrontar todas estas situaciones de nuestro día a día como familia numerosa y así entender y ayudar mejor a nuestros hijos.

Este taller me ha permitido conocer en profundidad las dinámicas que, con frecuencia, observamos en nuestros hijos, hábitos comunes que, sin darnos cuenta, pueden hacer que nosotros mismos alimentemos rivalidad entre ellos y muchos otros consejos y pautas que he aprendido a aplicar cada día en casa.

El taller de hermanos nos ayudó a crear una atmósfera de equilibrio familiar. Gracias a él, detectamos aquellos momentos en los que podemos fomentar unión en vez de rivalidad.

Con este taller hemos aprendido las herramientas para gestionar de forma respetuosa las peleas, celos que había entre nuestras peques. También a comprender el papel de cada una, sus sentimientos y necesidades, individuales y en su papel como hermanas. Poco a poco la relación entre hermanas y familiar va mejorando.

A este taller le debo mucho. Me ayudó a entender que no se trata de repartir lo mismo entre dos. Es entender las necesidades individuales de cada uno. También aprendí la importancia de detenerme a escuchar, dejarles expresar como ven las cosas desde su punto de vista. Descubrimos herramientas valiosas y prácticas que podemos aplicar en el día a día para fortalecer la relación de hermanos desde pequeños. Lo recomiendo al 100%Poco a poco la relación entre hermanas y familiar va mejorando.